Desde la antigüedad el hombre se ha preocupado de las relaciones entre el espacio habitado y su propio cuerpo.

En el siglo I a.C., el arquitecto romano Marcus Vitruvio Pollio, conocido como Vitruvio, escribió un tratado completo de arquitectura en diez libros llamados De Architectura, donde plasmó el estudio sobre las proporciones del cuerpo y sus implicaciones métricasPor otra parte, Euclides, matemático griego  del  siglo III a.C., fundador de la Escuela de Alejandría, ya denominaba de “razón  media y extrema” la división de un segmento en dos partes siguiendo unas proporciones definidas, argumento que todavía hoy está presente en cualquier estudio sobre el tamaño y las dimensiones  en relación con  el cuerpo  humano.

 

En el Renacimiento, Leonardo Da Vinci, concibió su famoso diseño de la figura humana, basada en el hombre de Vitruvio, y en sus estudios matemáticos envolviendo la “Sección Áurea”, imaginando al hombre en armonía con el universo.

En 1946, el arquitecto suizo-francés Le Corbusier (1887-1965), creó un modelo de patrones de dimensiones armónicas a escala humana, aplicadas a la Arquitectura y al Diseño Industrial, denominado por el autor El Modulor, el cual era una aproximación entre el sistema métrico empleado en Francia y Alemania o el sistema inglés, de pulgadas, usado en Inglaterra y Estados Unidos. Asimismo, el Modulor pasó a determinar alturas y larguras para el desempeño de varias actividades domésticas y de trabajo, siendo ampliamente adaptado por arquitectos y diseñadores  industriales   de   todo   el   mundo.

BOESIGER, W. / GIRSBERGER, H. Le Corbusier 1910-65

Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 1971